lunes, 12 de diciembre de 2011

Subnormalidades navideñas.

Diciembre. La época del año a la que todos quieren llegar sólo para estar el doble de odiosos, el doble de sensibles y el doble de histéricos. Entre finales, entregas y laburo acumulado nadie duerme, probablemente desde noviembre. Así que es entendible cuando la gente no tiene espíritu navideño y ve al 25 más como una obligación y no como una fiesta. Y probablemente tengan razón pero sucede que para los que queremos creer que diciembre es el mejor mes del año, la tenemos difícil con ese contexto tan alegre.

Primero está el tema de que no hay tiempo para nada, en cuanto pisas diciembre el calendario se reacomoda para que sea 1º, 8 y enseguida en el cuadrado de al lado 25. El 31 tarda un poco en venir porque creemos que en el tiempo que no tuvimos en un año, podemos hacer las cosas que dijimos que íbamos a hacer antes de que se termine. Pero ese es otro tema que merece otro tratamiento aparte.

Después están las pequeñas cosas que si mínimamente significaron en algún momento algo para vos, las tenés que hacer. Como decorar el árbol por ejemplo. Para los que lo hacen por obligación, es una tarde de polvo, tos, adornos rotos o desgastados y luces semi quemadas que hacen que tu árbol, y el resto de tu casa, parezcan un motel barato de la Panamericana. De esos en los que lees en el cartel “ OTEL”. Y si piensan que es trágico o no vale la pena tomarse el esfuerzo, bien por ustedes. Pero a los que nos gustan estas cosas la tenemos peor. Porque al gustarnos, queremos que todo quede pintado como en película yankie. Algo claramente imposible porque ni ellos tienen las navidades que te muestran en televisión. A excepción de ese “Santa Claus” borracho que no falta nunca. De esos hay en todos lados seguramente.


Así que cuando abrimos las cajas con los adornos nos damos cuenta de que nuestras versiones de hace un año son lo peor del mundo porque sabiendo que íbamos a estar en esta situación, no nos recordaron que los adornos están viejos, que al árbol hay que cambiarlo porque se cae a pedazos y de que las luces están todas quemadas. Esto en realidad es lo mismo para todos, pero ¿qué pasa?, cuando no te importa cómo quede el árbol, usas lo que tenés igual. Pero nosotros no. Los subnormales navideños queremos hacer que la temporada sea algo más que exceso de cafeína en la sangre y choques verbales entre familiares. Queremos hacer que la cosa funcione. Así que nos tomamos el tiempo de ver de qué color queremos que quede el árbol, buscamos los adornos para hacerlo, compramos guirnaldas nuevas, hasta renovamos el pasto de la casita del pesebre para que José y María no parezcan más indigentes de lo que ya eran cuando nació Jebús.

Y por supuesto, renovamos las luces. Pero créanlo o no, no importa si son viejas o nuevas, siempre una viene rota y desde ya que enredadas. Porque aunque seas Papá Noel en persona, a nadie le gusta desenredar la pelota de cables verdes que se arma cada año quién sabe por qué. Pasa lo mismo que con los auriculares, aunque los dejes estirados en línea recta por un segundo, en cuanto les perdiste el contacto visual los tenés atados en nudo mariposa.
                
Y todo ¿para qué? Para que desde tu ventana veas a ese vecino hijo de puta que contrario a lo que pensabas, sí pudo hacer que la casa le quedara cual película yankie, con Papá Noel borracho y todo. 

2 comentarios:

  1. Pensar que voy a entrar en eso en unos días, y eso que soy ateo. Igual creo que se viene arbolito newage. Algo triangular y listo, fue.

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  2. Uy sí, suele pasar todo eso! Y siempre, además, hay un par que odian las fiestas y te la quieren cagar con mala onda TODO EL TIEMPO!! Pero, espíritu navideño en mano, se los puede eliminar con unas ricas cookies ♥
    A mi me pasó este año que terminé la facu a tiempo para que no tocar Dic pero una vez llegó mi mes favorito quise hacer mil cosas que tenía ganas de hacer y, por ende, todavia estoy decorando la casa :P Pero supongo que luchar con uno mismo y con las obligaciones y la facu y las ganas o no de que sea Navidad, es parte de querer intentar terminar bien el año y de disfrutar de esa única noche en que mirás al cielo y te encontrás con gente de otra ciudad o de otro pais que también esta pensando en vos.

    Lindo! ♥

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